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Si lo comparamos con el Chinatown de Nueva York, las dimensiones son ínfimas, pero para los porteños es una excelente alternativa para conseguir todos esos productos que no pueden conseguirse en ningún lado.
Muy cerca de la avenida Juramento, la Tienda Feng Shui nos brinda bolas antiestrés, Budas, sahumerios y todo tipo de regalo para comprar. Si de supermercados hablamos, la Casa China (su principal sucursal está en Arribeños 2257) fue la que se encargó de posicionar productos de Oriente en la cultura porteña, otra opción es Inhiban, muy similar a Casa China, pero con otras opciones y otra calidad.
Las góndolas de estos lugares son las elegidas por los turistas y por los chefs que quieren destacarse. Entre los productos podemos encontrar hongos, shiitake, diferentes tipos de salsa de soja, aceite de sésamo, pimienta de szechuan, fideos de batata y snacks de langostinos. Para cocinar todos estos manjares debes visitar Asia Central (sobre la calle Mendoza) en donde venden arroceras eléctricas y todo tipo y tamaño de woks).
Para los más místicos, el barrio también nos ofrece la posibilidad de conocer templos, uno de ellos budista y otro evangélico. En ellos se dictan diferentes cursos para tener un acercamiento a la cultura oriental.
Antes de terminar el artículo, nos detendremos en la gastronomía del lugar. En todas las cartas se verá chaw fan, arrolladitos, chop suey. Todos platos aceptados por la cultura bonaerense. También existen platos más sofisticados y exóticos, si te animas. Uno de los restaurantes más importantes es Hsiang Tang, otro más concurrido es Palitos (mucho más económico que el anterior) y para los fines de semana la cantina Chinatown (que se caracteriza por servir porciones grandes y sabrosas).
Foto | Flickr – Sebke