Una ventana por la que sale un árbol

La Ciudad de Buenos Aires está llena de secretos y curiosidades. Cuando la recorremos podemos ver en cada una de sus cuadras algo que nos llamará la atención.

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leticia
sábado, 20 agosto, 2011

Este es el caso de la casa que tenía un árbol que salía por su ventana. La misma se encuentra en el Barrio de Palermo, casi casi Villa Crespo.

Lo que te contaremos hoy es una de las tantas leyendas urbanas que nos gusta compartir. Se trata de la historia de un árbol, uno de los tantos que pueblan la ciudad, un árbol que alguna vez salió por la ventana de una casa de Palermo, casi en el límite con Villa Crespo, un árbol que nos acompaño por años y hoy ya no está dado que la estructura de la casa estaba en peligro.

Precisamente,  en la avenida Scalabrini Ortiz hacia 1353,  existía un árbol en la sala, cuyas ramas salían por la ventana para buscar el sol. El ejemplar estaba en perfecto estado y era una verdadera curiosidad. La casa se encuentra enfrente de la parroquia del Perpetuo Socorro, una iglesia que aun no está terminada por falta de presupuesto, pero a pesar de eso sigue dando misa a los creyentes.

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Según la leyenda, un cura se hizo cargo de la iglesia con el objetivo de completar la obra. El eclesiástico  se hizo amigo de sus vecinos y se instaló en una de las habitaciones de ellos (ya que fue invitado ha hacerlo). Tengamos en cuenta que el cura no podía vivir en la iglesia por el estado de la misma.

La ventana de su cuarto daba a la calle y por ella entraba mucha luz. Un día al religioso le regalaron un ficus para que cuando la iglesia estuviera libre lo colocara ahí. Entonces,  este buen hombre lo llevó a su habitación para cuidarlo, colocándolo en un macetero dentro de la habitación.

Con el ambiente idóneo y los cuidados de este cura , el árbol fue creciendo. Un día , el padre recibe una carta mediante la cual lo habían transferido a un pueblo del interior del país, y si bien tenía ganas de quedarse a terminar su obra, decidió partir ya que el deber es lo primero.

Al marcharse prometió que alguna vez volvería a terminar su iglesia y seguiría cuidando del árbol. Según la leyenda,  el pequeño y cuidado árbol no soportó la partida de su protección y fue así como se convirtió en un árbol colándose por la ventana para poder salir y cuidar él mismo la iglesia. Lamentablemente,  el cura de la iglesia no volvió nunca y el dueño actual de la casa decidió podarlo y acabar con esta leyenda urbana.

El único rastro es alguna de las fotos que aún guardan los vecinos como un gran tesoro y un gran secreto.

Foto | Flickr

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